Woodstock fue una de las mejores fiestas en la historia de la humanidad. Un anticipo del único futuro posible |
por Mario Rabey
Nosotros, la Humanidad, hemos tenido éxitos brillantes produciendo varias grandes transformaciones en nuestra vida y nuestro formar parte de Pacha, el Universo que nos contiene.
Hace 3.000.000 de años, en lo que ahora llamamos África, empezamos a fabricar artefactos y enseñar a fabricarlos.
Hace 500.000 años, en lo que mucho después llamaríamos China, empezamos a generar energía, en esa época con el fuego y su uso.
Hace 40.000 años, en ese lugar entonces sin nombre que solamente hace unos dos mil años llamaríamos Europa, empezamos a diseñar artefactos antes de fabricarlos.
Hace 14.000 años, en todo el planeta empezamos a representar ideas, seres, animales, actividades, mediante la habilidad que ahora llamamos "arte".
Hace 10.000 años, en ese territorio hoy devastado por absurdas guerras, en las proximidades del este de lo que después llamaríamos Mar Mediterráneo, empezamos amorosamente a producir alimentos, entendiendo mejor a diversas plantas y animales, y fabricando recipientes para conservarlos, transportarlos y procesarlos.
Todas estas (y otras) brillantes y exitosas transformaciones desembocaron hace unos 6.000 años en una en la cual hasta ahora no hemos sido exitosos: la formación de sociedades complejas (pluriculturales) en extensos territorios, convencionalmente llamadas "Civilizaciones" por estar organizadas desde la "Civis", la Ciudad, que se convirtió en asiento del mercado, el sacerdocio y el estado. Estas instituciones se han separado brutalmente de los territorios, enemistándose con sus culturas locales y sus ecosistemas, acumulando tesoros (hoy llamados "fortunas"), desarrollando hábitos de consumo absurdos y diseñando religiones más absurdas aún, pero que sirvieron para consolidar el poder de las élites.
Asiria: una de las tantas Civilizaciones que surgieron y desaparecieron durante los últimos seis mil años |
Durante milenios, sucesivas Civilizaciones entraron en crisis y colapsaron debido a ese camino profundamente equivocado.
No veo ningún motivo que nos impida revisar los errores, transformar los fracasos en aprendizajes y culminar en otra nueva y brillante transformación, como la fabricación de herramientas, el uso de la energía extra-somática, el diseño, el arte, la relación intensa con plantas y animales. Una nueva gran transformación que conduzca a una Civilización Planetaria viable.
A una nueva primavera de la Humanidad.
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